Ruta por los rincones almendrados de Algete


La mañana de domingo 20 ha sido espléndida. Solecito, aire fresco y la compañía de hasta sesenta y pico vecinos y vecinas. Jose Ba nos ha llevado hasta la Huerta de la Botica, zona verde a la entrada de Algete, donde hemos podido ver de cerca los almendros más antiguos del pueblo, junto al arroyo Almuñadero. Allí están, en flor, junto al pino caído durante Filomena, que había alcanzado el centenar de años. Hemos aprendido que, en sus orígenes, la almendra (como la aceituna y otros frutos mediterráneos) era amarga. Con el tiempo, fuimos consiguiendo la variante menos amarga a través de la correcta selección y de injertos de precisión. Aun así, como la masa madre en el pan, la almendra amarga es necesaria para dar algo de sabor.




En la Huerta de la Botica, hemos reconocido la cicuta, el cardo mariano y alguna amapola opiacea. De vuelta al pueblo, hemos podido ver el único puente que queda en el pueblo, Alcántara de Cobeña, junto a lo que fue la Fuente de las Palomas. Al cruzar la carretera que lleva al pueblo vecino, seguimos admirando almendros y aprendemos sobre la amigdalina, la sustancia que da el característico olor a cianuro de las almendras amargas.
Al atravesar el campo y ver las ortigas, José nos recuerda que tienen mucha proteína, más que la alfalfa. Se pueden hacer sopas e infusiones. Una vez que llevan 10 horas cortadas y bien lavadas ya se pueden cocinar sin miedo a que nos pique la sosa urticante.
A los más jóvenes les gustó especialmente jugar con "la novia del hortelano", esa plantita que se pega a la ropa como el velcro. También hemos podido reconocer otras plantas y flores comunes en nuestro entorno (a ver si las podéis reconocer en las fotos):
- Las moradas chupamieles con glucosa en la base de los petalos
- El cardo blanco que alcanza los dos o tres metros
- La caléndula amarilla
- El blanco gamón o vara de San José,
- La fumaria violeta
- La espinaca silvestre, verde fresca y algo amarga, ideal para los pucheros.
- El cardo cardador que aunque escasea por usarse como elemento decorativo, antes cardaba la lana dejándola limpia y esponjosa
- El marrubio que se usa contra piojos y otros parásitos en los animales
- La barba de cabra, planta cuyas hojas marrones tienen pelitos que recuerdan a las barbas de los chivos
- El ajo-puerro de hoja plana, no como la cebolla que su hoja es redonda y hueca
- Las esparragueras silvestres
- La amarilla hierba de los cantores (jaramago en Andalucía) que se daba a los canarios y a quien quisiera aclarar la voz.
(De estas plantas y otras, la que sabe mucho en el pueblo es Malele, del Herbolario Dioscórides, que siempre nos acompaña y además de resolvernos las dudas de las yerbas, hace mganíficas fotos de las actividades barrieras).
Junto a la desembocadura del arroyo de Valdeamor, José nos ha contado, como allá por los años 50, se pasaba mucha hambre en el pueblo. Para calmarla, algunas personas iban a recoger piezas de animales muertos (mulas, vacas) que se tiraban al barranco por el que bajaba este arroyo.
El paseo ha continuado por el camino de Madrid, donde hemos reconocido las piedras que formaban una antigua calzada medieval. El antiguo abrevadero (del 1.500 aprox.) ha sido remodelado por obras recientemente y José nos ha explicado cómo se aprovechaba la zona más profunda para los animales grandes y la más baja para ovejas y animales pequeños. Bajo la sombra de los cambrones, donde secaban las ropa las algeteñas que iban a lavar al desaparecido lavadero, hemos terminado la ruta recordando, en forma de leyenda, la historia de una de las ermitas de Algete (tenía 4, hoy no queda ninguna). Se llamaba Soledad, pero cambió su nombre a la ermita del Humilladero. No os desvelamos la interesante y macabra causa de este cambio, para que los que no hayáis venido todavía a disfrutar de una de estas rutas, ¡no os perdáis la siguiente! Gracias José, gracias vecinos y vecinas. ¡Que la sabiduría popular no se pierda!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Historia viva en Algete

Algete, naturalmente

Algete y el río Jarama