Las colillas no desaparecen por arte de magia
Las colillas no se deshacen por arte de magia. Estos pequeƱos restos de cigarro tampoco van a desaparecer cuando un fumador los lance al suelo. De hecho, tardan en disolverse entre dos meses y 10 aƱos. AsĆ de longevas son. La explicaciĆ³n es simple, y es que a pesar de que su apariencia engaƱa a cualquiera y hace creer que son biodegradables, en realidad estĆ”n fabricadas con hidrocarburos y acetato de celulosa, que se deriva del petrĆ³leo. AdemĆ”s, cada una estĆ” recubierta con dos sustancias plastificantes que se utilizan para que el cigarrillo mantenga esa forma cilĆndrica. El problema no se queda en las aceras; por el contrario, tienden a transportarse a las alcantarillas, y de ahĆ a las corrientes pluviales. Las colillas de cigarro son uno de los principales residuos que contaminan nuestras playas. Por cada colilla arrastrada hasta rĆos o mares, se contaminan dos litros de agua. “Los filtros y los cigarros, al entrar en contacto con el agua, la contaminan con